¡Muy buenas! Hoy, con motivo de su realización este pasado viernes, he decidido traer un artículo con mi opinión acerca del evento celebrado por WWE en Arabia Saudí, el denominado Greatest Royal Rumble. Además de comentar mis impresiones sobre lo acontecido en el especial esta vez quisiera ir más allá, tocando varios temas polémicos que lo han rodeado. Será un artículo destinado a reflexionar y debatir, a ser posible desde el respeto.
En el mes de Marzo, metidos de lleno en el Road to WrestleMania, una noticia hizo que por un momento desviásemos la atención del magno evento. WWE anunciaba que el día 27 de Abril tendría lugar un evento especial en tierras orientales, más concretamente en Jeddah (Arabia Saudí). Esto hubiese quedado en una simple anécdota de no ser porque durante las siguientes semanas la compañía fue añadiendo alicientes para considerar este especial uno de los más importantes del año.
Primero anunciaron la realización de un Royal Rumble con 50 participantes, convirtiéndose por ende en el más grande de la historia superando la edición de 2011, que contó con 40. Luego se anunció que todos los títulos — a excepción de los femeninos de lo cual hablaremos más adelante — serían defendidos. Lo siguiente fue confirmar la participación de luchadores de renombre, tales como The Undertaker, Brock Lesnar, Rey Mysterio o Chris Jericho, e incluso atracciones locales como The Great Khali. Todo apuntaba a que estábamos ante un evento de dimensiones bíblicas que pasaría a los anales de la historia como algo grandioso, o por lo menos así se habían encargado de vendérnoslo, porque llegado el momento hemos descubierto que nos equivocábamos. The Greatest Royal Rumble no ha sido más que un Live Event con aroma de PPV, con una cartelera espectacular y un escenario intimidante que enmascararon la verdadera y única finalidad de este especial, conseguir una gran cantidad de dinero proveniente de los jeques árabes.
Las sorpresas no tuvieron cabida en este evento, en el cual todos los campeones retuvieron sus cinturones y las luchas fueron por lo general bastante flojas. Y no sería algo que estaría criticando si lo hubiesen admitido desde el inicio, en lugar de hacernos creer que íbamos a presenciar algo sin precedentes. En el año 2016 tuvimos Roadblock, un especial semejante en cuanto a estructura que también fue emitido y publicitado por la empresa, pero en ningún momento nos prometieron que sería algo extraordinario e inolvidable, sino que se limitaron a presentarlo como lo que finalmente fue, un símil de Live Event pero con grandes nombres y emitido en televisión. Sin embargo, la desmesurada expectación creada con este evento ha terminado resultando perjudicial a la hora de valorarlo.
WWE decidió tirar la casa por la ventana con este especial en todos los sentidos. La cartelera, teniendo WrestleMania 34 como precedente más cercano, estaba repleta de grandes enfrentamientos y rivalidades inacabadas tras la celebración del magno evento. AJ Styles vs Shinsuke Nakamura, Brock Lesnar vs Roman Reigns, The Undertaker disputando un Casket Match, John Cena vs Triple H... y por si fuera poco el Royal Rumble más grande de la historia disputado entre 50 participantes, entre los cuales teníamos nombres anunciados como Daniel Bryan, Kurt Angle, Rey Mysterio, Chris Jericho o Bobby Lashley. Casi nada.
El decorado estuvo a la altura de cualquier WrestleMania, e incluso me atrevería a colocarlo por encima del que presentaron este año en su edición 34. La compañía no reparó en gastos y colocó una escenografía digna de las más importantes veladas, incluyendo pirotecnia en las entradas y asientos lujosos para que los principales líderes islámicos pudiesen contemplar el espectáculo — o no — desde la más absoluta comodidad. Demasiado engalanamiento en mi opinión, aunque lógico teniendo en cuenta que la compañía iba a ingresar alrededor de 200 millones de dólares con la realización del evento.
La cantidad de dinero embolsada por WWE con el Greatest Royal Rumble es un completo escándalo, hasta el punto de convertirse en el evento más lucrativo celebrado fuera de los Estados Unidos en su historia. Un negocio tremendamente beneficioso para la compañía, pero que fue cerrado teniendo que acatar una serie de decisiones dictatoriales bochornosas para la época en que vivimos. La compañía no tuvo problema en aceptar las restricciones políticas y religiosas impuestas en el país oriental, obligando al roster femenino e incluso a Sami Zayn a no viajar junto con el resto de sus compañeros.
En el caso de las luchadoras no tenían permitida la participación en el evento debido a las creencias religiosas que invaden la comunidad musulmana. Tanto es así que por simplemente mostrar un vídeo en el que algunas de ellas aparecían promocionando los PPV's conjuntos las Autoridades Deportivas Generales del país tuvieron que lanzar un comunicado pidiendo disculpas, catalogando el suceso como "indecente" y "totalmente en contra de los valores de la comunidad".
Muchxs dirán que es necesario aceptar y respetar la cultura de cada país. Yo lo siento pero no estoy de acuerdo con esta afirmación, y menos si esa cultura se encarga de denigrar y marginar a la mujer. WWE ha estado durante meses llenándose la boca hablando de Women's Revolution, pero a la hora de la verdad han demostrado que no les preocupa prescindir de ellas para aceptar una política en la que son excluidas. Parece ser que no estaban dispuestos a rechazar millones de dólares por mantener sus supuestos ideales, los cuales cada día queda más patente que simplemente tienen de cara a la galería y con una visión mercantil.
El caso de Sami Zayn me parece todavía más sangrante, y es que no pudo participar en el evento debido a que tiene la nacionalidad siria y ofrece ayuda humanitaria en dicho territorio, el cual mantiene una tensa relación diplomática con Arabia Saudí. Este insignificante detalle fue etiquetado como "potencialmente ofensivo" por la empresa, que optó por dejarle en los Estados Unidos para evitar problemas con el país anfitrión.
WWE renunció a los valores apostando única y exclusivamente por el negocio. Durante el resto del año les veremos lanzar campañas a favor de la igualdad entre hombres y mujeres, muestras de apoyo a la comunidad LGBT, discursos en contra de la xenofobia... pero luego tenemos que ver como establecen relaciones con países sumidos en un manifiesto atraso cultural que no obedecen con lo que en teoría ellos predican. Una clara muestra de su hipocresía fue el segmento que realizaron con los hermanos Daivari, haciéndoles salir con la bandera iraní — otro país en conflicto con Arabia Saudí — para que los cuatro jóvenes seleccionados durante el tryout les humillasen. Innecesario y xenófobo, pero inofensivo para el público saudí por lo tanto parece carecer de importancia.
Entiendo que WWE sea una empresa y al final del día vele por sus negocios y por su propio beneficio, como cualquier otra, pero la imagen que han mostrado en esta ocasión es propia de aquel dicho que dice: "Estos son mis principios, si no te gustan tengo otros".
El especial podría decirse que fue entretenido pero, como comenté anteriormente, haber creado tanta expectación durante las semanas previas terminó por afectarle. Personalmente pensaba que nos ofrecerían sorpresas e incluso algún que otro resultado inesperado con títulos de por medio, como podría ser el Universal, pero lo que obtuvimos fue un evento que siguió la misma estructura que cualquier Live Event, con una gran cantidad de defensas titulares en las cuales el campeón retiene sin demasiados sobresaltos. Lo más destacado fue sin lugar a dudas la Greatest Royal Rumble, muy divertida y con una gran cantidad de momentos memorables, aunque ninguno a la altura del topetazo que se pegó Titus O'Neil mientras hacía su entrada al cuadrilátero. Ese fue el momento de la noche.
"That may be the greatest thing I've ever witnessed."
— TDE Wrestling (@totaldivaseps) 27 de abril de 2018
- Pequeña crónica sobre la cartelera:
- John Cena vs Triple H: Emotivo regreso al pasado — no se enfrentaban desde el año 2010 —. No lucieron del todo mal, pero la acción fue muy lenta. El público estuvo muy metido e increíblemente se creyeron los falsos finales. Victoria lógica para John Cena luego de la humillación en WrestleMania 34.
- Cedric Alexander vs Kalisto (Cruiserweight Championship): De lo más rescatable del evento, lástima que en esta ocasión el público no estuviese a la altura. Gran actuación por parte de ambos, destacando movimientos espectaculares y una acción muy dinámica. La secuencia final revirtiendo la 'Salida del Sol' en un 'Lumbar Check' fue brillante. Cedric Alexander retuvo el título como era esperado.
- Matt Hardy & Bray Wyatt vs Sheamus & Cesaro (RAW Tag Team Championship): No fue un grandísimo combate pero cumplió. El resultado, con victoria y coronación para Matt Hardy & Bray Wyatt, era evidente desde el día en que anunciaron que Sheamus & Cesaro eran drafteados a SmackDown.
- Jeff Hardy vs Jinder Mahal (United States Championship): Teniendo en cuenta el lugar en el que se disputó el combate y que esperaba que ofreciesen sorpresas mi apuesta era que Jinder Mahal recuperaría el campeonato en este especial, más teniendo en cuenta que llegaba al combate tras haber sufrido una racha negativa de resultados que necesitaba romper. No fue así y Jeff Hardy se lo llevó tras una lucha que nadie recordará más allá del tremendo botch de Jinder Mahal al recibir el 'Whisper in the Wind'.
- The Bludgeon Brothers vs The Usos (SmackDown Tag Team Championship): Un combate con el mismo desarrollo que sus precedentes y que careció de emoción debido a su predecibilidad. The Bludgeon Brothers retuvieron los títulos sin demasiada dificultad.
- Seth Rollins vs Finn Bálor vs Samoa Joe vs The Miz (Intercontinental Championship): Ladder Match entretenido aunque falto de momentos que generasen tensión. El hecho de que Seth Rollins retuviese robándole la victoria a Finn Bálor es una gran idea para que la rivalidad entre ellos continúe luego de que defienda el título ante The Miz en Backlash. Samoa Joe y Finn Bálor fueron los participantes más destacados sin lugar a dudas.
- AJ Styles vs Shinsuke Nakamura (WWE Championship): Un enfrentamiento muy superior al que ofrecieron en WrestleMania 34, pero con un desenlace impropio para una lucha de este calibre. De todos modos resulta entendible ya que la historia entre ellos debe continuar y cualquier otro resultado podría perjudicar al feudo. Esto será un buen añadido para aumentar la intensidad.
- The Undertaker vs Rusev: Buenas sensaciones me aportó este combate. Puede que la estipulación ayudase, pero noté correcto a The Undertaker en todo momento. Sigo manteniendo que la mejor decisión que podría tomar sería retirarse, algo que espero ocurra definitivamente en el próximo WrestleMania, pero mientras continúa luchando me gusta poder verle en buenas condiciones. Combate para deleite del respetable.
- Brock Lesnar vs Roman Reigns (Universal Championship): WWE insiste en que los combates entre estos dos parezcan un spotfest en el que los únicos movimientos permitidos son el 'German Suplex' y el 'F5' por parte de Brock Lesnar, y el 'Superman Punch' y la 'Spear' por parte de Roman Reigns. La retención de Brock Lesnar luego de que Roman Reigns tocase claramente el suelo mucho antes que él demuestra que WWE nos toma por tontos, ni más ni menos. Cada día que pasa tengo más ganas de que ese cinturón cambie de manos.
- Greatest Royal Rumble: Lo más entretenido de la velada. Daniel Bryan estuvo inconmensurable aguantando 1:16:16 sobre el cuadrilátero, estableciendo un nuevo récord en detrimento del conseguido por Rey Mysterio (1:02:12) en el año 2006. Otros luchadores destacados fueron Elias, Rey Mysterio, y por encima de todos Braun Strowman, el cual también hizo historia consiguiendo el mayor número de eliminaciones (13) en un sólo Royal Rumble. Su victoria le ha proporcionado un trofeo y también un nuevo título, el cual habrá que ver si deciden utilizar regularmente o si simplemente será algo simbólico.
Habiendo tocado tantos temas quisiera saber cuál es vuestra opinión al respecto. ¿Creéis que WWE hace bien traicionando sus principios con tal de mejorar sus registros económicos? ¿Consideráis por el contrario que las críticas son excesivas y que lo que han hecho es correcto? Y centrándonos más en el contenido del evento, ¿cumplió vuestras expectativas Greatest Royal Rumble? Todas las respuestas son bienvenidas, pero siempre desde el respeto.
Podéis comentar abajo o darme vuestra opinión en Twitter. Sabéis que lo podéis hacer hablándome a @WrestlingPhobia. ¡Saludos!
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